Bizcocho de las Carmelitas Descalzas de Sevilla

    La historia de como empecé a hacer este bizcocho es muy curiosa. Hace unos años, una compañera de trabajo me dijo:

- A ti que te gusta la repostería, ¿quieres que te de masa madre para hacer un bizcocho? Lo único que tardas diez días en hacerlo.

     Al oír eso lo primero que pensé fue "¡Madre mía, me voy a tener que pedir una excedencia para hacer el bizcocho!" ☺. Pero no, la elaboración si que dura diez días, pero en realidad es sencillísimo de hacer y merece mucho la pena porque está muy bueno.

     El único requisito para comenzar a elaborarlo es que alguien nos entregue un vasito de masa madre (con la que se supone que nos desean suerte y salud) y seguir las instrucciones:

- El Jueves se vierte la masa madre en un recipiente amplio y se añade un vaso de azúcar y uno de harina (y  no se mezcla).

- El Viernes se mezcla bien todo con una cuchara.

- El Sábado y el Domingo no se toca.

- El Lunes se añade un vaso de leche, uno de harina y uno de azúcar (y no se mezcla).

- El Martes se mezcla todo con una cuchara y ya no se toca hasta el Sábado, que se apartan tres vasitos de masa madre (para regalar) y se añade:

- 2 vasos de harina.

- 1 vaso de azúcar.

- 1 vaso de aceite (yo le puse de girasol, pero también puede ser de oliva suave).

- 1 vaso de leche.

- 1 vaso de nueces, almendras o avellanas picadas (en esta ocasión le puse almendras, pero otras veces lo he hecho con nueces).

- 1 vaso de pasas (yo no le puse, no nos gustan).

- 1 sobre de levadura.

- 2 huevos enteros.

- 1 pizca de sal.

- 1 pizca de vainilla.

- 1 manzana troceada.

- Ralladura de una naranja.

Se mezcla todo bien con una cuchara y se hornea durante 40-45 minutos a 180º.

Notas:

- Se requieren diez días para la elaboración del bizcocho, sin usar batidora, ni frigorífico. 

- Aunque las instrucciones dicen que hay que empezar en jueves para hornearlo el sábado, se puede empezar cualquier día de la semana que venga bien.

- Siempre reparto dos de los vasitos de masa madre y me quedo con otro para mí (y lo congelo para cuando me apetezca volver a hacer el bizcocho). Se supone que a quién le regalamos la masa madre le deseamos suerte y salud, así que yo me deseo suerte y salud a mí misma (¡porque yo lo valgo! ☺)

- También se le puede poner pepitas de chocolate, arándanos, cacao en polvo...
- Sale un bizcocho grande o dos medianos (yo me decanté por la segunda opción, uno lo tomamos en casa y el otro lo llevé a casa de mis padres para tomarlo con el café).

- Si alguien quiere un vasito de masa madre que me avise, que la próxima vez que lo haga le guardo uno (y le invito a casa a recogerlo y a tomar un café).

Besos,

Pd: suelo hacer al menos dos bizcochos diferentes a la semana (solucionan muchos desayunos y meriendas y son mucho más sanos que la bollería industrial), pero nunca había compartido ninguna receta porque los hago en la panificadora en lugar de en el horno, por lo que no tienen la apariencia más bonita del mundo. Son cómodos de hacer, siempre suben y no hay que estar pendiente del horno, pero tienen la forma de la cubeta.